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Preguntas y respuestas sobre la COVID-19 y las mascarillas
Actualizado: 20 jun 2020
El uso de mascarillas debe formar parte de una estrategia integral que incluya medidas destinadas a eliminar la transmisión y salvar vidas; la utilización de una mascarilla no basta para proporcionar un nivel adecuado de protección contra la COVID-19. También es necesario mantener una distancia física mínima de un metro con otras personas, lavarse las manos frecuentemente y evitar tocarse la cara y la mascarilla.
Las mascarillas médicas pueden proteger de la infección a las personas que las llevan y evitar que aquellas que presentan síntomas propaguen la enfermedad. La OMS recomienda que los grupos siguientes utilicen mascarillas médicas:
Trabajadores sanitarios
Personas con síntomas compatibles con la COVID-19, incluidas las personas con sintomatología leve
Personas que cuidan a casos sospechosos o confirmados de COVID-19 fuera de centros sanitarios
También se recomienda que utilicen mascarillas médicas las personas de riesgo siguientes cuando se encuentren en zonas de transmisión generalizada y no puedan mantener una distancia mínima de un metro con otras personas:
Personas de 60 años o más
Personas de cualquier edad con enfermedades subyacentes
Uso general de las mascarillas higiénicas de tela
La OMS recomienda consultar siempre a las autoridades locales sobre las prácticas recomendadas en su área.
Cuando haya una transmisión comunitaria generalizada, y particularmente en lugares donde no sea posible aplicar el distanciamiento físico, los gobiernos deben fomentar la utilización de mascarillas de tela por la población general. La OMS ofrece información detallada sobre la composición de una mascarilla de tela y su uso seguro.

En el caso de los países que están considerando el uso de mascarillas, la OMS recomienda a las instancias decisorias que adopten un enfoque basado en el riesgo para determinar el tipo de mascarillas que deben utilizarse, así como cuándo y dónde se deben usar. La OMS recomienda a las instancias decisorias que tengan en cuenta los factores siguientes:
Finalidad del uso de la mascarilla: si la intención es impedir que el usuario transmita la infección a otras personas (control de los focos de infección) o proteger al usuario contra la infección (prevención).
Riesgo de exposición a la COVID-19 a nivel poblacional e individual:
Nivel de exposición de la población calculado en función de la amplitud con que circula el virus de la COVID-19 en la comunidad, es decir, si se sabe o sospecha que hay transmisión comunitaria.
Nivel de exposición individual en función de la ocupación de una persona, por ejemplo, las personas que trabajan en contacto estrecho con el público (agente de salud comunitario, cajero).
Vulnerabilidad del usuario de la mascarilla y de la población: por ejemplo, si los suministros son suficientes, podrían utilizar mascarillas médicas las personas de cualquier edad inmunodeprimidas o con comorbilidades como enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares, cáncer o diabetes, o las personas de 60 años o más.
Lugar donde vive la población: entornos con alta densidad de población (como campos de refugiados y otras zonas hacinadas) y entornos donde resulta imposible mantener una distancia segura (como autobuses y otros medios de transporte con alta ocupación).
Viabilidad: viabilidad y costos de las mascarillas, acceso a agua limpia para el lavado de las mascarillas higiénicas, y tolerancia de los usuarios a los efectos adversos del uso de la mascarilla.
Tipo de mascarilla: mascarillas médicas frente a higiénicas (priorización de las mascarillas médicas para los profesionales sanitarios, los pacientes sintomáticos y sus cuidadores).
Además de estos factores, entre las posibles ventajas de que la población general utilice mascarillas en entornos comunitarios figura la reducción del posible riesgo de exposición asociado a las personas infectadas que se encuentren en el periodo presintomático o sean asintomáticas.
En cualquier decisión sobre el uso de mascarillas se deben tener en cuenta los posibles riesgos e inconvenientes:
El uso de mascarillas higiénicas o de tela podría aumentar las posibilidades de infección por el virus de la COVID-19 si la mascarilla se toca a menudo con las manos sucias y se contamina, o si se mantiene sobre otras zonas de la cara o la cabeza y después se vuelve a colocar sobre la boca y la nariz
En función del tipo de mascarillas utilizado, estas pueden dificultar la respiración
Pueden dañar la piel de la cara
Pueden dificultar una comunicación clara
Pueden ser incómodas de llevar
El uso de mascarillas, cuyas ventajas son poco claras, podría crear una falsa sensación de seguridad en los usuarios y provocar así una menor aplicación de medidas preventivas de eficacia demostrada, como el distanciamiento físico y la higiene de manos.
¿Que tipos de mascarillas se utilizan para impedir la propagación del COVID - 19?
Mascarillas médicas (también conocidas como mascarillas quirúrgicas): están hechas con un mínimo de tres capas de materiales sintéticos no tejidos, y están configuradas para tener capas de filtración intercaladas en el medio. Están disponibles en diferentes espesores, y tienen varios niveles de resistencia a los fluidos y dos niveles de filtración. Las mascarillas médicas reducen la cantidad de gotículas respiratorias transferidas por el portador de la mascarilla a las demás personas y al medio ambiente. También evita que quien la usa sea infectado por otras personas.
Antes de ponerse una mascarilla limpia y después de quitársela, hay que limpiarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Las mascarillas deben ajustarse a la cara. Hay que evitar tocarse la mascarilla mientras se usa, y esta debe desecharse inmediatamente si se humedece. Es importante resaltar que el uso de una mascarilla debe combinarse con otras medidas preventivas, como la higiene frecuente de las manos y el distanciamiento físico de al menos un metro.
Mascarillas autofiltrantes (también conocidas como mascarillas autofiltrantes de protección respiratoria - FFP) con diferentes niveles de desempeño, como FFP2, FFP3, N95, N99: están diseñadas específicamente para el personal sanitario que atiende a pacientes de COVID-19 en entornos y áreas donde se llevan a cabo procedimientos generadores de aerosoles. A los trabajadores sanitarios se les debe realizar una prueba de ajuste antes de que utilicen una mascarilla autofiltrante para asegurarse de que lleven la talla correcta.
Las mascarillas higiénicas (también conocidas como mascarillas de tela, mascarillas caseras o mascarillas fabricadas por el propio usuario) pueden actuar como barrera para evitar la propagación del virus desde el usuario a otras personas.
Pueden adquirirse comercialmente o hacerse a mano, y generalmente no están normalizadas como las mascarillas médicas. Existen numerosos tipos de mascarillas de tela; deben cubrir la nariz, la boca y la barbilla y atarse con tiras o lazos elásticos, incluir varias capas y ser lavables y reutilizables.
Recuerde que usar una mascarilla de tela no basta para proporcionar un nivel de protección adecuado. Mantenga una distancia física de al menos un metro con los demás, lávese frecuentemente las manos y siga evitando tocarse la cara y la mascarilla.
La OMS se referirá a las mascarillas higiénicas como mascarillas de tela.

Fuente: OMS