

RINOPLASTIA
La rinoplastia (del griego ρινός rhinos, nariz, πλασσειν plassein, formar) es una intervención quirúrgica en la que se resuelven principalmente los problemas estéticos de la nariz tales como la giba ósea, el hueso que sobresale del dorso de la nariz a semejanza de una joroba, las desviaciones hacia la derecha o izquierda de la totalidad de la nariz y las malformaciones congénitas como las secuelas del labio y paladar hendido, como asimismo otros factores genéticos o adquiridos por traumatismos y enfermedades. Cuando se busca una solución a la nariz obstruida por tensión excesiva o desviación del septum o tabique nasal exclusivamente, nos estamos refiriendo a la septoplastia. Existen otras estructuras dentro de la nariz, cornetes y válvulas nasales o la propia mucosa inflamada entre otras, cuyas alteraciones congénitas o adquiridas pueden contribuir o ser la causa de la obstrucción. A pesar de que este último es un procedimiento diferente, ambas operaciones, rinoplastia y septoplastia pueden realizarse en el mismo acto operatorio en la mayoría de los casos. La cirugía que incluye ambos procedimientos se denomina septorrinoplastia o rinoplastia funcional.
Cita de Diagnostico
Durante el tiempo de consulta deberá analizarse la nariz, tanto por dentro, mediante una rinoscopia anterior, que evalúe el estado del tabique y los cornetes. Es decir, que evalúe la función nasal, para que el paciente ventile y respire mejor después de la operación que antes.
Y deberá analizarse de la misma forma todos los aspectos estéticos que deseamos modificar. Puede ser el caballete, el inicio de la raíz nasal, la punta de la nariz, la anchura de la nariz, la anchura de los cartílagos alares, diversas asimetrías que aparecen en la punta y en los cartílagos triangulares, insuficiencias respiratorias, luxaciones o desviaciones del tabique nasal, problemas de rotación o descolgamiento de la punta, problemas de proyección, tanto por falta de proyección como exceso de la propia punta, etc.
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Procedimiento
La rinoplastia se efectúa, en una clínica especializada con las cuales tenemos convenios especiales, cuentan con todo el equipo de trabajo quirúrgico necesario. Los procedimientos complejos pueden requerir una corta hospitalización. El procedimiento generalmente tarda de 1 a 2 horas, pero puede demorar más.
La nariz y la zona circundante se insensibiliza con anestesia local. Al paciente se sedara (relajado e insensible al dolor) durante la cirugía. La anestesia general le permite dormir durante toda la operación.
La cirugía se efectúa usualmente a través de un corte (incisión) hecho dentro de las fosas nasales. En algunos casos, la incisión se hace desde afuera, alrededor de la base de la nariz. Este tipo de incisión se usa para llevar a cabo un trabajo en la punta de la nariz o si usted necesita un injerto de cartílago. Si la nariz necesita ser afinada, la incisión puede extenderse alrededor de las fosas nasales. Se puede hacer una pequeña incisión a un lado de la nariz para romperla, y darle forma al hueso.



Postoperatorio y cuidados tras una rinoplastia
Tras salir del quirófano: Después de la operación, cuando haya pasado el efecto de la anestesia y se tenga plena conciencia de la situación, observarás que llevas una pequeña férula metálica (a modo de escayola) y unos tampones nasales. También empezarás a sentir las molestias derivadas del proceso quirúrgico, cosa que es completamente normal. Debes saber que en todo momento puedes minimizar dichas molestias con los analgésicos que te prescribe el Dr. Alberto Henao.
Tras el periodo de recuperación de la anestesia, podrás comenzar a tomar líquidos, e incluso a realizar alguna comida ligera. Además, es importante que duermas con la cabeza elevada.
Primer día de postoperatorio: Es recomendable estar en reposo absoluto, así tendrás mejor controladas las inevitables molestias que se sufre tras la intervención. Sobre todo, es importante permanecer en reposo para evitar posibles sangrados. Aparecerán hematomas y una hinchazón alrededor de la zona de los ojos. Esto es algo normal, así que no debes alarmarte. Para bajar dicha hinchazón puedes aplicarte compresas frías en el área inflamada. Cuando acudas a la revisión, el doctor te retirará los tapones nasales, pero no la férula metálica, que deberás llevar puesta al menos durante una semana para proteger la nariz de cualquier golpe.
Segundo día de postoperatorio: A partir del segundo día, la hinchazón y las molestias empezarán a remitir de forma paulatina. Seguramente, el Doctor te indicará que puedes hacer vida normal, siempre y cuando no realices ejercicio físico o actividades que requieran esfuerzo. Tampoco podrás usar gafas y lentillas durante algunos días. Y, muy importante, deberás tener un cuidado absoluto con la férula de la nariz. Evita por completo moverla o mojarla, ya que debe permanecer en su sitio.
Podrás incorporarte a tu puesto de trabajo de forma inmediata tras la revisión médica postoperatoria, siempre que no tengas que realizar esfuerzos o conlleve riesgos de golpes en el rostro. De hecho, podrás realizar cualquier actividad cotidiana y recuperar tu vida social desde el segundo día después de la cirugía. El único inconveniente que puedes tener es que no desees que te vean con la férula puesta. Si esta supone un gran problema para ti, tendrás que esperar entonces hasta la semana para reanudar tu rutina habitual.
La higiene de la nariz es algo fundamental durante el primer mes. Esta debe ser exhaustiva y hacerse tal y como te indique el doctor. La mejor forma de limpiar la nariz es utilizando suero salino y gasas; así evitarás la formación de costras. Además, está desaconsejado por completo sonarse la nariz, ya que esto puede derivar en complicaciones.
Después de la primera semana las molestias, la hinchazón y los hematomas habrán disminuido en gran medida, por eso el médico procederá a retirar la férula y los tres o cuatro puntos de sutura que se hacen bajo la nariz. Seguramente el aspecto de tu nariz no sea el que esperas. Esto es completamente normal, porque aún no ha concluido el proceso de recuperación. El resultado final podrás observarlo al cabo del mes o después de dos meses.
Por otro lado, deberás evitar la exposición al sol durante los tres primeros meses. A partir de la segunda semana los hematomas y las molestias deben haber remitido por completo; en caso contrario, debes indicarlo a tu Doctor.
El aspecto de tu nueva nariz comenzará a tomar su forma. Desde la segunda semana ya podrás realizar tu higiene facial con normalidad.
Un mes después de la cirugía: La inflamación habrá descendido casi por completo, entorno al 80 %. Podrás comenzar a usar gafas y realizar deporte, aunque deberás tener cuidado para no golpearte la nariz. El aspecto de tu nariz será casi normal a estas alturas. La gente no sabrá que te has realizado una rinoplastia. No te preocupes si notas la punta de la nariz un poco dura y algo sensible, esto desaparecerá con el paso del tiempo.
En definitiva, a partir del mes todo debería evolucionar de forma favorable. En líneas generales, así es cómo transcurre el postoperatorio tras una rinoplastia y cómo son los cuidados que debes seguir para que todo evolucione de manera positiva. Si sigues las recomendaciones que te indica tu cirujano, el resultado final será totalmente satisfactorio. Y recuerda siempre ponerte bajo las manos expertas de un profesional médico de confianza. Solo así tendrás garantizado el éxito de la cirugía.
CASOS DE ÉXITO



































